Ya de ti casi no me queda nada
Los pocos besos que me distes se
los llevo el agua y me los borro el viento
Tus volátiles abrazos no los
extraña mi humanidad erizada
Ese fuego que solía arder en mi
pecho al verte, no le queda oxigeno
Pudiese decirte que ya fuiste
Ese cabello que me encantaba
quitarte del rostro, dejó su aroma en los mares de un naufragio
Pudiese decirte que no llegué a
ser contigo
Ese brillo en el que me
precipitaba cada vez que tú querías ya no me seduce
Pudiese decirte que lo poco que
fue, ya fue.
Carlos Rodriguez
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