A veces ignoro tú nombre y mi
nombre pero no ignoro lo que somos o lo que en algún momento llegamos a ser, finjo
demencia cuando afloran de mis manos ganas infinitas de tocarte, de sentirte y
de marcarte. Nos toca a ambos ocultar nuestras huellas clandestinizadas entre
arboles y matorrales, somos par de dementes subversivos que crean en sus mentes
paisajes y lugares para fraguar encuentros, besos y miradas. Ambos dementes
aspiran concretar lo que su mente elucubra. Yo entrampado entre el fingir demencia
o fingir cordura, en ambas deseo estar bajo tu cuerpo para esconderme hasta del
último rayito de sol y lograr que ambos superemos el estado de demencia o de
cordura en las gotas de sudor que hacen ríos en nuestros cuerpos y nubes en
nuestras bocas.
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