Carlos Rodriguez
@carloskmarada
En Venezuela a partir del
despliegue de las guarimbas el 12 de febrero del 2014 por parte de la derecha,
se reabre un escenario de confrontación violenta y de negación de la democracia
participativa y protagónica planteada por el comandante Chávez refrendada y
respaldada por la mayoría del pueblo venezolano a través del proceso nacional
constituyente.
La oposición que en otrora
se rasgaba las vestiduras en defensa de la “democracia” ahora la desconoce sin
ningún tipo de argumentos, pues desde sus perspectivas la democracia solo es
efectiva cuando les es favorable, para muestra ya tenemos en el corto tiempo de
la Venezuela post-Chávez varios procesos electorales que demuestran dicha
afirmación. La primera las elecciones presidenciales que se suscitaron el 14 de
abril 2013, donde el candidato perdedor de la derecha venezolana convoca a “descargar
la arrechera” a sus seguidores tras el descontento ocasionado por la derrota
con un supuesto fraude del que aun no existe una prueba fehaciente del mismo y
dejando como resultante una cifra de 14 camaradas muertos en manos de grupos
radicales de ultra derecha. Luego en las elecciones municipales se postulan y
aceptan las reglas del mismo Consejo Nacional Electoral (CNE) que había
fraguado el “FRAUDE” en la anterior elección presidencial donde quedo
Ratificado Nicolás Maduro como presidente por la Mayoría del pueblo Venezolano.
Esta situación permite
visualizar que la derecha tiene doble juego, es decir tiene su derecha “democrática” y su derecha
radical, como las dos caras de una misma moneda, por un lado está la MUD
conservadora y casi extinta y por otro lado a los radicales y fascistas
encabezados por Leopoldo Lopez y Maria Corina Machado, este segundo grupo más
reducido pero con mucha mas incidencia en distintos sectores sociales,
principalmente en la juventud a través de redes sociales.
La derecha en Venezuela
ataca a la Revolución por varios flancos, está la llamada guerra económica que
se ve empujada desde corrientes subterráneas por la “maximización del capital”;
la Guerra Mediática que ve su principal teatro de operaciones en las redes
sociales y en los grandes medios de difusión masiva; la Guarimba que busca generación de caos,
clima de conflicto y que sus actores ganen experiencia en confrontación de
calle.
La derecha combina distintas
formas de lucha a fin de desgastar a la revolución y generar escepticismo en
las masas populares, mientras un sector se sienta a “dialogar” con el gobierno
el otro llama a ponerlo en “jaque mate”.
Frente a esto el pueblo venezolano a mantenido su integridad y dignidad,
a pesar de las largas colas a las que son sometidos, a pesar del gran bombardeo
mediático nacional e internacional y del odio infundado contra ellos por una
minoría enloquecida y frustrada.
Por ende ellos no buscan
tumbar al gobierno con las guarimbas, ni con fotos trucadas o sacadas del
contexto, su objetivo es conquistar la opinión pública interna y externa, que
permita abrir los caminos para cualquier escenario futuro, desde una guerra
civil hasta una intervención extrajera,
es decir montados en la máxima gebeliana repetir mil veces las mentiras:
Gobierno Ilegitimo, Maduro Dictador, Colectivos Asesinos, etc.
La historia nos ha demostrado
que el imperialismo norteamericano en las incursiones más recientes primero
gana la opinión pública para luego actuar de manera más abierta, eso sucedió en
Afganistán donde se “perseguía el terrorismo”, luego en Irak donde “se escondían
las armas de destrucción masiva” de la misma manera en Libia con un “gobierno
autoritario” en todas estas experiencias la batalla que se dio en primer orden
fue por convencer al mundo de esto o al menos confundirlo, a fin de neutralizar
las voces disidentes al discurso hegemónico.
El Poder Popular a logrado
comprender quien es el enemigo principal
y cuáles son las tácticas que este emplea para intentar poner fin a
nuestra marcha hacia el socialismo, por eso atacan a los Colectivos como
expresión primaria de organización del pueblo, a Maduro como líder franco de la
Revolución Bolivariana, a los camaradas cubanos que han llevado al pueblo más
pobre salud, educación, deporte y cultura. La burguesía esta disputándose con el pueblo
la renta petrolera y en ese marco se han dado las confrontaciones mas agudas
que ha enfrentado nuestro pueblo en los últimos 15 años desde que la revolución
logro tomar el poder político. El poder popular posee dos tareas de inmenso
valor estratégico, la primera ponerse a producir para satisfacer sus
necesidades y la segunda desarrollar nuevas formas de relaciones sociales que
tributen a la construcción del hombre y la mujer nueva. Además en la táctica es
clave mejorar los niveles de organización y comunicación del pueblo a fin de
mantener a la Revolución Bolivariana como referente de democracia participativa
y protagónica para Latinoamérica y el mundo en pro de la construcción de una
sociedad justa y amante de la paz.
Hoy más que nunca sigue vivo
el espíritu combativo de Chávez y su consigna Independencia y Patria
Socialista, Viviremos y Venceremos, Comuna o Nada.
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