Ciertamente
nuestro corazón terco e izquierdo que late junto al pueblo no dejara de
bombear sangre para regar la tierra preñada de semillas de libertad.
Nuestra
tristeza y alegría, amor y odio son el combustible de nuestra lucha.
Ciertamente
camarada Chino Valera tanto usted como yo podemos caer abatidos,
pero jamás
serán arreadas nuestras banderas rojas y negras, banderas rojas y amarillas.
Jamás será arreada
nuestra poesía,
Porque jamás
dejara de soplar el viento que hace hondear nuestras banderas y volar nuestros versos,
Ciertamente
camarada Chino Valera jamás la canción tuvo un punto final,
Es que tu
canción forja trincheras, nutre corazones, robustece ideas y aviva llamas.
tu
canción se condensa como barricada y catapulta.
Tu verso
es cobija tejida por manos de obreras que protege a los niños del frió capital.
Las manos
obreras jamás dejaran de tejer tus poemas ni mis poemas,
Porque esas
grandes manos obreras tomaran el ultimo hilo de tu verso y mi verso
Tomaran el último
hilito de tantos versos como los de Ali Primera y Aquiles Nazoa, como los de Víctor
Jara y Violeta Parra y de tantos otros versos que quedaran entretejidos en la
cobija más grande, tierna y amorosa que ha conocido la humanidad
Ciertamente
camarada Chino Valera tu cantaras junto a tantos por mil años y más.
Carlos Rodriguez
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