¿Hasta cuándo tendremos nosotros
que seguir enterrando amigos, compañeros y camaradas?
¿Hasta cuándo tendrán nuestras
madres que buscar a sus hijos desaparecidos o desvelarse con las estrellas
esperando regresos de sueños?
¿Hasta cuándo tendrán que seguir
nuestras gargantas pidiendo justicia y nuestros cantores componiendo utopías a
nombre de luchas sesgadas por la maldad?
¿Hasta cuando seguiremos nosotros
poniendo las semillas para que de la tierra germine el futuro? ya quisiera yo
que dejaran de repicar nuestras campanas o nuestras cornetas con tonos fúnebres.
¿Hasta cuando seguiremos
levantando claveles o poniendo la piel para aguantar tanto golpe, tanta
quemada, tanta tortura, tanto sol y tanto trabajo?
Porque ya se debe acercar la hora
en la que los culpables paguen, en la que la justicia diga presente, porque si
no se acerca ella, debemos buscarla y conquistarla nosotros.
Porque ya debemos definir la hora
en la que dejemos de poner la otra mejilla, porque ya debemos sincerar nuestro
camino, pues mientras vamos caminando con la bandera de la paz izada, desde el
barranco los mismos de siempre nos siguen disparando.
¿Hasta cuándo siguen muriendo los
que luchan por la vida?
¿Será acaso que me toca esperar turno a ver cuando la canalla le pone precio a
mi cabeza?
¿Será acaso que me toca esperar
para ver desde un ataúd a mis camaradas jurar
que seguirán luchando?
Desde el primer momento que me
incorporé a la lucha por la revolución supe que ponía mi vida por la vida de
todos
Por eso reafirmo, puse mi vida,
como se que la ponen muchos día a día
Ojalá podamos seguir poniendo la
vida y no la muerte
Esa y muchas muertes que tiene
hoy un nombre y un apellido (Ricardo Duran) tiene un solo culpable.
El Capitalismo.
Carlos Rodriguez