Extraño tanto descubrir tu rostro
tras las olas perfectas que hacen tus cabellos y el amanecer orgásmico que se
esconde en tus ojos
Me gusta tanto el rio que se hace
entre tus senos y baja hasta tu ombligo
Necesito tanto esos besos que
nunca me dan tus labios o el permiso que a veces le robo a tu piel de puercoespín
Pienso tanto en los arcoíris que
dibujas con tu cuerpo cuando te veo feliz y libre
Deseo tanto ser el viento que te
besa y despeina, que enreda tus cabellos y te arrebata el perfume
Me preocupa tanto el perderme en
el laberinto del olvido y ser comido por el desahucio de tu aliento
Quisiera tanto que leyeras estas
pequeñas líneas que tanto, tanto inspiras
Pero no espero tanto, solo tanto
y cuanto pueda yo recibir de ti.
Carlos Rodriguez